domingo, 15 de noviembre de 2009

Nuevas Tendencias

En los últimos años las aplicaciones han evolucionado a un ritmo bastante acelerado, de igual forma nuestras exigencias como usuarios también han aumentado. Ya no son suficientes las clásicas opciones básicas de copiar y pegar, tampoco son aceptables aplicaciones con bajo rendimiento.

“En otras palabras, perdemos la paciencia con aplicaciones lentas”

Los desarrolladores de aplicaciones de escritorio ha disimulado el problema del rendimiento valiéndose de grandes procesadores de múltiples núcleos y mucha memoria RAM. Sin embargo los desarrolladores de aplicaciones web no han corrido con la misma suerte. Durante muchos años han estado a merced de los navegadores -y por ende de sus desarrolladores- luchando contra múltiples implementaciones de los estándares web, además de miles de fallas en los propios navegadores. Un ejemplo de esto ha sido Internet Explorer, que desde sus inicios ha obligado a los desarrolladores de aplicaciones web a valerse de hacks y muchos malabares para lograr que la misma aplicación funcione igual para las diferentes versiones de Internet Explorer.

Por suerte en los últimos años se han logrado importantes avances en lo que respecta a la implementación de estándares. La aparición de Firefox como competencia directa de Internet Explorer ha ayudado a la comunidad de formas insospechadas, logrando -entre muchas otras cosas- impulsar el desarrollo de navegadores más estables y seguros.

Como resultado de esto encontramos que, finalmente Internet Explorer comienza a tomar en serio los estándares web (IE8 es un ejemplo de esto) y entran al juego otros competidores más radicales en sus ideas como Google Chrome. Estos últimos no solo desarrollaron un nuevo navegador, además cuestionaron los conceptos originales de cómo debería funcionar un navegador y plantearon sus propias ideas.

Pero el cambio no termina ahí, con el reciente incremento del uso de aplicaciones web casi todo puede hacerse desde un navegador, revisar el correo, chatear, editar documentos y muchas otras cosas. El sistema operativo que se esté utilizando (Windows, Linux, Mac) es casi irrelevante para muchas de estas actividades, por lo que Google y otros grupos se han unido a la iniciativa de combinar el navegador con el sistema operativo. Google Chrome OS y Cloud son interesantes propuestas basadas en esta iniciativa, y aunque quedan muchas preguntas en el aire con respecto a estos sistemas operativos, lo cierto es que pueden ser el inicio de una nueva tendencia.