Gracias al boom tecnológico que han causado grandes empresas como google, yahoo! y microsoft, quienes han volcado sus esfuerzos en desarrollar nuevas tecnologías basadas en redes, los viejos sistemas informáticos se han visto en la necesidad de evolucionar. Sin embargo, el camino aún no está del todo definido.
En los últimos años las aplicaciones web han evolucionado lo suficiente como para revolucionar la forma en la que leemos, buscamos y compartimos información, incluso han cambiado la forma en la que nos comunicamos. Estos cambios no sólo han tenido lugar en la red de redes (Internet), también han llegado a las redes internas de la compañías donde trabajamos, al punto tal que se puede afirmar que "cuando se cae la red no es posible trabajar".
Pero no todo ha sido fácil para las aplicaciones web, pues con ellas han aparecido nuevos problemas para los desarrolladores, entre los más comunes se encuentra el problema de la incompatibilidad entre navegadores, la dificultad de integración con dispositivos instalados en el cliente, el tiempo de respuesta de las aplicaciones, el poco aprovechamiento de los recursos del cliente y la sobrecarga del servidor de aplicaciones. Aunque tecnologías como AJAX y proyectos como Google Gears prometen dar un repunte a las aplicaciones web brindándole más vida a las interfaces y explotando un poco más las capacidades de los clientes, por los momentos no todas las aplicaciones de escritorio pueden ser migradas al entorno web.
Así pues se abre paso otra propuesta para el desarrollo de aplicaciones, los Smart Clients. Una propuesta que se ubica entre las aplicaciones de escritorio y las aplicaciones web, combinando ventajas de ambos mundos en un solo concepto. Las más notable ventaja radica en el aprovechamiento de recursos del cliente (como CPU, disco duro, memoria, dispositivos externos, entre otros) ya que la aplicación se instala en el cliente, pero además brinda la ventaja de formar parte de una macro solución distribuida que comparte información con servicios web, realiza actualizaciones de forma automática (tanto de software como de data) y lo más importante de todo: es capaz de trabajar con o sin conexión a una red.
Independientemente del camino que se tome, creo que el futuro de las aplicaciones debe estar influenciado por un concepto que cada día cobra más fuerza en el mundo de la informática:
Aún queda camino por recorrer pero no hay duda alguna de que cada día estamos más cerca!
En los últimos años las aplicaciones web han evolucionado lo suficiente como para revolucionar la forma en la que leemos, buscamos y compartimos información, incluso han cambiado la forma en la que nos comunicamos. Estos cambios no sólo han tenido lugar en la red de redes (Internet), también han llegado a las redes internas de la compañías donde trabajamos, al punto tal que se puede afirmar que "cuando se cae la red no es posible trabajar".
Pero no todo ha sido fácil para las aplicaciones web, pues con ellas han aparecido nuevos problemas para los desarrolladores, entre los más comunes se encuentra el problema de la incompatibilidad entre navegadores, la dificultad de integración con dispositivos instalados en el cliente, el tiempo de respuesta de las aplicaciones, el poco aprovechamiento de los recursos del cliente y la sobrecarga del servidor de aplicaciones. Aunque tecnologías como AJAX y proyectos como Google Gears prometen dar un repunte a las aplicaciones web brindándole más vida a las interfaces y explotando un poco más las capacidades de los clientes, por los momentos no todas las aplicaciones de escritorio pueden ser migradas al entorno web.
Así pues se abre paso otra propuesta para el desarrollo de aplicaciones, los Smart Clients. Una propuesta que se ubica entre las aplicaciones de escritorio y las aplicaciones web, combinando ventajas de ambos mundos en un solo concepto. Las más notable ventaja radica en el aprovechamiento de recursos del cliente (como CPU, disco duro, memoria, dispositivos externos, entre otros) ya que la aplicación se instala en el cliente, pero además brinda la ventaja de formar parte de una macro solución distribuida que comparte información con servicios web, realiza actualizaciones de forma automática (tanto de software como de data) y lo más importante de todo: es capaz de trabajar con o sin conexión a una red.
Independientemente del camino que se tome, creo que el futuro de las aplicaciones debe estar influenciado por un concepto que cada día cobra más fuerza en el mundo de la informática:
Libertad!
Libertad de usar tu información donde sea que estés!
Libertad de usar tus aplicaciones donde sea que estés!
Aún queda camino por recorrer pero no hay duda alguna de que cada día estamos más cerca!
